Un grupo de 13 polluelos de pingüinos Adelia, algunos de ellos importados, son criados “a mano” por un grupo de especialistas en un zoológico de Jalisco, como parte de su programa de conservación y reproducción de esta especie amenazada por los efectos del calentamiento global.
El invierno es la etapa de reproducción de esta especie que habita en el Antártico y desde diciembre pasado, como parte de un programa de conservación, el zoológico de la ciudad de Guadalajara cuida y protege una veintena de huevos, de los que hasta ahora han nacido ocho crías de pingüino.
Paola Mendoza, veterinaria del albergue de pingüinos del zoológico, explicó a EFE que criar a estos polluelos, además de los de la especie Gentoo, es una forma de protegerlos de su extinción debido al cambio climático.
“Tenemos la bandera de la conservación animal, los pingüinos son víctimas del calentamiento global, sobre todo los que son antárticos, pues varias de sus especies se encuentran en peligro de extinción y poder tener aquí la especie Adelia y Gentoo sirve como una cámara de tiempo para conservar la especie y su genética”, expresó.
El cambio climático y la elevación de la temperatura de los océanos afecta el hábitat de esta y otras especies de pingüinos y los deja vulnerables, toda vez que les es más difícil encontrar las especies de pescados de las cuales se alimentan o hallar espacios con hielo y condiciones de temperatura para que puedan descansar.