Por Dayana Mendizabal
Explorando el Cosmos en el Planetario de Parque de los Venados
El Planetario Ing. Joaquín Gallo, resguardado en las modestas instalaciones del Parque de los Venados, se erige como un portal hacia el infinito. Por tan solo $30, los visitantes se sumergen en un viaje cósmico que abarca planetas, estrellas, constelaciones y la rica historia de nuestro propio planeta.
Nombrado en honor al destacado astrónomo mexicano, este lugar ha sido testigo de la grandiosidad celestial desde que abrió sus puertas para presenciar el eclipse solar de 1991. Afiliado a la Asociación Astronómica de México, una pionera en América, el planetario se presenta como un faro de conocimiento astronómico en el Parque Francisco Villa.
Con su icónica estructura cilíndrica azul, decorada con planetas y estrellas, el planetario ofrece seis funciones dominicales que revelan los misterios del universo y el origen de la Tierra. La accesibilidad es clave, con una entrada de $30 para adultos y tarifas reducidas de $20 para menores, adultos mayores y personas con discapacidades.
Dentro, una sala circular acoge a los espectadores, sumergiéndolos en la magia de las proyecciones celestiales que adornan el techo. Las funciones, aptas para todas las edades, duran aproximadamente media hora, brindando una experiencia educativa y fascinante.
Más allá de las proyecciones, el Planetario se involucra en la comunidad astronómica, ofreciendo actividades como el grupo astronómico Cri-Cri, diseñado para infundir el amor por el espacio en los más jóvenes. Bazares galácticos, con artículos astronómicos, incluyendo meteoritos, se organizan para recaudar fondos y preservar la estructura, que busca ser revitalizada con una nueva fachada.
Con más de 30 años de existencia, el Planetario de Parque de los Venados persevera en su misión original: difundir la fascinación por la astronomía. En un esfuerzo por mantenerse en pie, este rincón celeste continúa iluminando mentes y guiando miradas hacia lo desconocido.
