Por Dayana Mendizabal
Tequisquiapan, uno de los seis Pueblos Mágicos de Querétaro, emerge como un tesoro que combina serenidad, clima agradable y encanto provincial. Este destino cautivador ofrece no solo calles pintorescas y coloridas, sino también una rica experiencia cultural y gastronómica que lo convierte en un lugar ideal para escapadas de fin de semana o vacaciones de verano.
Con su inclusión en el programa Pueblos Mágicos en 2012, Tequisquiapan ha consolidado su posición como un destino turístico imperdible. Su ambiente tranquilo y acogedor invita a explorar cada rincón, desde las plazas históricas hasta el Parque La Pila, testigo de la historia de la Hacienda Grande.
La gastronomía local deleita los sentidos con platillos típicos como la barbacoa de chivo, mole, carnitas de cerdo y una variedad de tortillas de colores. Además, los visitantes pueden disfrutar de dulces tradicionales como las charamuscas y explorar el mercado Telesforo Trejo, donde los artesanos exhiben sus creaciones.
Tequisquiapan destaca por sus festividades, entre las que resalta la renombrada Feria del Queso y el Vino, que a lo largo de más de dos décadas ha reunido a destacados productores de vinos y quesos durante los fines de semana de mayo y junio.
Los atractivos turísticos, como la Parroquia Santa María de la Asunción, la Plaza Miguel Hidalgo y la Cava Bocanegra, enriquecen la experiencia cultural. Además, la Vieja Estación de Bernal ofrece un mirador único para contemplar la ciudad y sus alrededores.
Con su posición geográfica estratégica y una oferta diversa de actividades, desde recorridos en globo hasta visitas a minas de ópalo, Tequisquiapan se revela como un destino completo que combina historia, cultura y entretenimiento para todos los gustos.
