La estadounidense, que cumplirá 41 años a final de mes, dice que todavía es “súper joven” y desea disfrutar explorando “una versión diferente de Serena”
Serena Williams lo tiene claro.
El día después de su adiós, confirmado este sábado después de caer en la tercera ronda de Nueva York frente Ajla Tomljanovic (7-5, 6-7(4) y 6-1), la ya ex tenista no pondrá el despertador ni tampoco irá al gimnasio, y pasará la mayor parte del rato con su hija Olympia antes de empuñar un micrófono en lugar de la raqueta: “Definitivamente, luego iré al karaoke”.
Habla la estadounidense después de su última intervención en la pista en la que nació el gran mito Williams. Han transcurrido desde entonces 25 años de una de las carreras más fascinantes del tenis, pero ahora tiene muy claro su orden de prioridades. Lo primero es su hija, de la que no se separa y que desde 2017, cuando nació, se ha convertido en el eje vertebrador de su vida. La familia. “Ahora quiero hacer cosas que no he tenido la oportunidad de hacer con ella”, dice; “estoy lista para ser una madre, para explorar una versión diferente de Serena. Técnicamente, en el mundo actual todavía soy súper joven, así que quiero seguir disfrutando mientras pueda”.
En la sala de conferencias mantiene el mismo tono que ha empleado en estos últimos años. No se extiende demasiado en las respuestas y habla de ella misma en tercera persona en varias ocasiones. “Estoy agradecida de este viaje y de ser Serena”, desliza antes de incorporarse y zanjar el encuentro con los periodistas. Antes, durante 10 minutos, sobrevuela una vida entera dedicada a su deporte, esclavo y rutinario.
“No puedo imaginarme sin estar involucrada en el tenis, pero todavía no sé cómo. Me ha aportado muchas oportunidades increíbles y a su vez eso ha hecho que yo pueda aportárselas a otras personas”, aprecia la estadounidense, que el 26 de septiembre cumplirá 41 años y enfocará sus próximos retos en su otro imperio. Agotado el deportivo, priorizará esa versión familiar que pasa por incorporar algún miembro más a la nómina y también su faceta empresarial. En 2014 fundó Serena Ventures y maneja una fortuna de 255 millones de euros.