Bank of Nova Scotia, ampliamente conocido como Scotiabank, ha dado a conocer hoy sus planes para recortar aproximadamente el 3 por ciento de su plantilla laboral a nivel mundial, lo que equivale a alrededor de 2,700 empleados. Esta decisión es parte de una estrategia de reducción de costos y eficiencia en medio de un entorno económico desafiante para las instituciones financieras. La medida implicará un cargo de 590 millones de dólares canadienses, equivalente a unos 430 mil 94 millones de dólares en el cuarto trimestre.
Scotiabank se suma así a la lista de bancos canadienses que han optado por tomar medidas drásticas en busca de la optimización de recursos y la mejora de la rentabilidad en tiempos económicos inciertos.
El presidente ejecutivo de Scotiabank, Scott Thomson, quien asumió el cargo en febrero de este año, ha estado implementando una serie de cambios en la dirección de la entidad desde agosto, en preparación para una revisión estratégica que se espera presentarán durante su próximo Día del Inversor programado para diciembre.
Este anuncio llega poco antes de que Scotiabank haga pública la presentación de sus resultados del cuarto trimestre, prevista para el 28 de noviembre. Los inversores y analistas estarán atentos a estos resultados y a los detalles adicionales que la institución financiera podría proporcionar durante su Día del Inversor a finales de año.
La decisión de Scotiabank refleja la necesidad de adaptarse a un entorno económico en constante cambio y de mantener la competitividad en el sector bancario. El impacto de esta reestructuración en los empleados afectados y en la estrategia futura de la entidad será motivo de seguimiento en los próximos meses.
