En un giro sorprendente de los acontecimientos, el fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara, fue liberado del Centro Federal de Readaptación Social número Uno «El Altiplano» en el Estado de México, solo para ser detenido por cuarta vez antes de abandonar el penal. Esta vez, enfrenta un nuevo cargo por el delito de tortura, relacionado con el caso de Luis Alberto Ibarra Ramírez, conocido como «El Diablo», quien es señalado como el presunto responsable del asesinato de tres jóvenes, dos de los cuales eran ex trabajadores del Instituto Nacional de Salud Pública.
La orden de aprehensión fue ejecutada por la Fiscalía Anticorrupción de Morelos, aunque la investigación fue iniciada por la Fiscalía General de la República. Los abogados de Carmona Gándara informaron que sería trasladado al Centro de Reinserción Social del Estado de Morelos, donde, según advirtieron, podría enfrentar riesgos debido a que varios de los internos fueron investigados y detenidos durante su gestión como fiscal.
Es importante destacar que Uriel Carmona ha logrado evitar la prisión preventiva en tres ocasiones anteriores mediante recursos legales de amparo y quejas presentadas ante tribunales colegiados. El miércoles, el Séptimo Tribunal Colegiado otorgó la última orden de liberación al considerar que Carmona tiene fuero y, por lo tanto, no puede ser privado de su libertad.
Además del cargo por tortura, Carmona Gándara enfrenta tres procesos en libertad condicional relacionados con el feminicidio de Ariadna Fernanda, en calidad de auxiliador. El tribunal estableció condiciones para su libertad provisional, que incluyen comparecer ante el juez de control, presentarse ante la jueza de Distrito para firmar el libro de control periódicamente y entregar su pasaporte, con la prohibición de abandonar el territorio nacional.
Estos eventos han generado un gran interés y controversia en el estado de Morelos y han puesto de manifiesto la complejidad de la situación legal y política que rodea al fiscal Uriel Carmona Gándara.