Por Kari Nava
En medio de la creciente violencia en Ecuador, el presidente salvadoreño y candidato a la reelección, Nayib Bukele, ha generado controversia al expresar su opinión sobre la situación en un mensaje publicado en la red social X. Aunque el mandatario no hizo referencia directa a Ecuador, sus palabras coincidieron con el estado de excepción y el «conflicto armado interno» declarado por el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa.
En su mensaje, Bukele utilizó la frase «no es soplar y hacer botellas», sugiriendo que la resolución de los problemas no es tan simple como parece. Este comentario se produce en un contexto en el que Ecuador ha decretado un estado de excepción de 60 días, con toque de queda, debido a una ola de violencia desencadenada por grupos del crimen organizado.
La respuesta del presidente ecuatoriano no se hizo esperar, ordenando a las fuerzas militares desmantelar veintidós grupos del crimen organizado transnacional, calificándolos como organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes. Esta medida ha generado debates sobre la efectividad de estrategias similares implementadas en otros países, como El Salvador, bajo el gobierno de Bukele.
El presidente Bukele, conocido por su enfoque duro contra las pandillas en El Salvador, ha sido objeto de críticas y elogios. Su declaración anterior de que «el estado de excepción es una herramienta, no una varita mágica» ha sido recordada en este contexto. El Salvador se encuentra bajo régimen de excepción desde marzo de 2022, destinado a combatir las pandillas, pero ha sido objeto de críticas por violaciones a los derechos humanos.
La construcción del Centro de Confinamiento para el Terrorismo (Cecot) en El Salvador ha sido una medida polémica, catalogada como la cárcel «más grande de Latinoamérica» por Bukele. Ante la situación en Ecuador, algunos usuarios han instado a seguir el ejemplo de El Salvador en la aplicación de medidas drásticas contra la delincuencia organizada.
Sin embargo, organizaciones humanitarias han registrado numerosas violaciones a los derechos humanos en El Salvador, incluyendo detenciones arbitrarias, torturas y allanamientos sin orden. La controversia persiste en torno a si estas medidas extremas son la solución adecuada para abordar los problemas de seguridad.
Mientras tanto, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha anunciado la construcción de cárceles similares a las de México y El Salvador, generando comparaciones y comentarios irónicos sobre la supuesta similitud entre las políticas penitenciarias de ambos países.
La situación en Ecuador sigue siendo fluida, y la comunidad internacional observa con atención cómo evolucionarán los acontecimientos en medio de la lucha contra el crimen organizado y las medidas implementadas para garantizar la seguridad nacional.
