En las recientes elecciones presidenciales en Argentina, el candidato Javier Milei logró una victoria contundente con casi el 56% de los votos, generando diversas reacciones en la escena política latinoamericana. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), expresó su respeto por la decisión del pueblo argentino pero calificó el resultado como «un autogol», sugiriendo que no beneficiará al país.
AMLO señaló en su conferencia matutina del 21 de noviembre que, aunque respeta la soberanía del pueblo argentino, considera que la elección de Milei no les va a ayudar. Además, el mandatario mexicano descartó la posibilidad de un riesgo similar en México en las elecciones de 2024, afirmando que el pueblo mexicano está consciente y es políticamente activo, protegiéndose así contra posibles triunfos de la derecha.
Javier Milei, el candidato libertario, ha anunciado planes para llevar a cabo privatizaciones de empresas estatales, como Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y la Televisión y Radio Públicas, generando debates sobre el rumbo económico y político que tomará Argentina bajo su liderazgo.
Las críticas a la victoria de Milei no se limitaron a AMLO. Líderes de izquierda en Latinoamérica, como Gustavo Petro de Colombia, Nicolás Maduro de Venezuela, y José Mujica de Uruguay, expresaron su preocupación. Petro consideró la noticia como «triste para América Latina», mientras que Maduro advirtió que el «proyecto colonial» de Milei representaba una amenaza para la región, y Mujica lo calificó como un «retroceso» para Argentina.
En medio de estas reacciones, las próximas elecciones presidenciales en México ya están en el horizonte, con AMLO destacando la conciencia política del pueblo mexicano y reafirmando su posición contra los gobiernos de derecha, alegando que favorecen a las minorías y trabajan para las oligarquías.
La victoria de Milei en Argentina ha desencadenado un debate sobre el futuro político de la región y la posible influencia de movimientos de derecha en otros países latinoamericanos.
