Protegiendo el maíz nativo, así es como campesinos zapotecas de Oaxaca podrían revertir déficit de granos

Eran sólo 10 pequeños productores de maíz en Juchitán y Santa María Xadani quienes en 2016 se lanzaron a la aventura de mejorar la semilla de maíz nativo, conocido entre los campesinos zapotecas como xhuba huiini (zapalote chico); seis años después son 200 las personas que utilizan el método de conservación in-situ, es decir, en el lugar, para mantener viva esta raza única en el mundo.

Foto: Roselia Chaca 

El maíz zapalote chico, según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), es una de las 59  razas nativas de maíz que existen en México.

Además, de acuerdo con Manuel Cabrera Toledo, investigador del Tecnológico Nacional de México, campus Comitancillo, a esta raza nativa se le han identificado 18 tipos, es decir, hay variaciones en 18 microclimas.

Es por ello que la organización Tona Taati’ busca protegerla y mejorarla, pues la considera parte primordial de la identidad alimentaria de los pueblos que conviven en la franja ístmica. 

De acuerdo con Tona Taati’, se siembran entre 80 mil y 84 mil hectáreas de maíz zapalote chico por ciclo agrícola en la región del Istmo de Tehuantepec. Normalmente son dos ciclos agrícolas al año (primavera-verano y otoño-invierno). 

Este maíz es el que mejor se adapta a la alimentación de los istmeños, desde las tortillas tradicionales (todas las variedades de tortillas de hornos y los famosos totopos) hasta las bebidas y  guisos, entre ellos los tamales.

Foto: Roselia Chaca 

Oaxaca vive déficit de maíz

El Servicio de Información Agropecuaria y Pesquera (SIAP) de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sagarpa) reporta en la Balanza disponibilidad-consumo de maíz blanco del 5 de agosto, que para el ciclo otoño-invierno 2021-2022 la superficie sembrada en México  es de un millón 33 mil hectáreas, 6.8% menos que lo plantado durante el año 2021. 

Aunque las entidades con mayor superficie sembrada son Sinaloa, Veracruz y Chiapas, la mayor producción hasta el corte de agosto, es de Oaxaca, Sinaloa y Veracruz, con 6 millones 201 mil toneladas cosechadas. 

Según el SIAP, al cierre de 2021 Oaxaca produjo 758 mil 714 toneladas de maíz, incluyendo nativo, cifra por debajo de las 771 mil toneladas que en promedio producen las 514 mil hectáreas que se siembran en el estado.

El secretario de Desarrollo Agropecuario, Pesca y Acuacultura de Oaxaca, Gabriel Cué Navarro, señaló en julio pasado que el déficit de este grano alcanza las 140 mil toneladas, lo que quiere decir que la entidad no produce la cantidad de maíz que consume.

No obstante, la técnica usada por los campesinos zapotecas del Istmo para mejorar el xhuba huiini les ha permitido alcanzar un rendimiento de 2.5 a 3 toneladas por hectáreas, el doble del promedio estatal que va de 1.2 a 1.5 toneladas por hectárea, logro que abre una luz en el camino hacia la superación del déficit del principal alimento de los oaxaqueños y mexicanos.

Apoyo al maíz nativo, una necesidad

El maíz nativo mejorado, señalan, tiene ventajas comparativas sobre los maíces nativos de la región sin tratamiento, incluyendo la variedad nativa que el Colegio de Postgraduados liberó hace varios años y cuyo uso generalizado se está promoviendo con la entrada del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).

Por ello, la organización Tona Taati’ y los productores que la integran proponen que si está en los planes de la Federación apoyar el sistema maíz en el marco del CIIT, que éste sea destinado al mejoramiento de las 18 variedades registradas del zapalote chico.

Esta propuesta fue  presentada al presidente  Andrés Manuel López Obrador en su última visita al puerto de Salina Cruz, a fin de que sea considerado en el proyecto y que se le asignen recursos  para impulsar el desarrollo sustentable del sector agroalimentario en el Istmo. 

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