En un evento reciente en la comunidad de San Antonio el Monte, en San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas, México, padres y madres de familia pertenecientes a la comunidad maya tzotzil tomaron la sorprendente decisión de quemar más de 100 libros de Texto gratuito proporcionado por la Secretaría de Educación Pública (SEP). El motivo detrás de esta acción radical fue la consideración de que los contenidos de los libros no eran adecuados para la educación de sus hijos.
En un video publicado en la página de Facebook «Red Informativa San Cristóbal», se pueden escuchar a personas gritando consignas como «Son libros para adultos, no para niños» y «Queremos libros anteriores, no porquerías». Este incidente ha llamado la atención sobre la necesidad de asegurar que los materiales educativos sean apropiados y respetuosos con las edades y contextos de los estudiantes.
#Chiapas: Esta tarde un grupo de personas en la comunidad de San Antonio del Monte de #SanCristóbalDeLasCasas, realizaron la quema de los nuevos libros de textos gratuitos en una escuela de la comunidad.
— Víctor Cabrera (@victorcabreramx) August 21, 2023
‘¡Son basura!, ¡son triple equis!’, “Queremos los anteriores; no queremos… pic.twitter.com/AEvKbiSrwj
Este controvertido episodio, que tuvo lugar este domingo, ha generado un debate sobre la percepción de los materiales educativos por parte de la comunidad. Los padres y madres expresaron su demanda ante los libros anteriores, considerando los ejemplares actuales como «porquerías» y «basura». Entre las críticas planteadas, los lugareños afirmaron que los libros contenían material de carácter sexual y mencionan figuras históricas como Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, que no consideran apropiadas para los estudiantes de la escuela.
Marx Arriaga Navarro, actual director de materiales educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), ha relacionado la quema de libros con una supuesta campaña de grupos conservadores en su contra.
Si bien algunos miembros de la comunidad expresaron su preocupación por el contenido inapropiado de los libros, Arriaga Navarro defendió la calidad de los libros e insistió en que son el resultado de un proceso exhaustivo de revisión y selección.