El gobierno de México confirmó la detención este jueves de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, quien es considerado uno de los líderes del cartel de Sinaloa. El arresto fue llevado a cabo de madrugada en el municipio de Culiacán, en el norte de México, lo que desató episodios violentos en la zona como bloqueos de carreteras, balaceras, incendios de vehículos y hasta disparos contra un avión de Aeroméxico.
En 2019, Ovidio Guzmán alias «El Ratón» ya fue detenido en esta misma ciudad y liberado poco después por las autoridades para frenar la ola de violencia y el caos que se originaron tras su arresto.
El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, aseguró en conferencia de prensa que Guzmán fue detenido cuando circulaba junto a otras personas armadas en camionetas y que respondieron con «agresión armada» a los guardias nacionales desplegados al lugar.
«Esta detención representa un golpe contundente a la cúpula del poder del cartel del Pacífico» (como también se conoce al cartel de Sinaloa), declaró el funcionario, quien describió al arrestado como «quien lidera la fracción Los Menores (popularmente llamados «Los Chapitos»), afín al cartel del Pacífico, generador de violencia en cuatro estados y en la región noroeste del país».
Guzmán, cuya detención fue posible tras «seis meses de trabajo de reconocimiento y vigilancia» en el área de influencia del grupo criminal, ya fue trasladado a Ciudad de México en un avión de la Fuerza Aérea para comparecer ante las autoridades competentes.
En la conferencia, en la que no se admitieron preguntas de periodistas, no se informó sobre qué delitos se le imputan ni si será extraditado a EE.UU., donde su padre «El Chapo» fue condenado en 2019 a cadena perpetua por narcotráfico.
Aunque existe una solicitud de extradición de Washington desde ese mismo año, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, descartó que esta vaya a ser inmediata sino que se seguirá el proceso establecido en las leyes.