En un mes de conflicto brutal entre Israel y Hamás, la cifra de muertos ha superado los 11 mil, con casi 10 mil de estas víctimas registradas en la Franja de Gaza. El conflicto, que comenzó el fatídico 7 de octubre, ha sumido a la región en una pesadilla sin fin, marcada por la destrucción masiva, la pérdida de vidas inocentes y la desesperación generalizada.
Desde el inicio del conflicto, milicianos de Hamás masacraron a más de mil 400 israelíes, la mayoría civiles, y tomaron más de 240 rehenes. En respuesta, Israel ha llevado a cabo una intensa ofensiva que ha dejado más de 9 mil 700 palestinos muertos en Gaza, incluyendo 4 mil niños, y casi 25 mil heridos. Además, alrededor de un millón y medio de personas han sido desplazadas internamente en la Franja de Gaza, mientras que 200 mil personas han sido desplazadas en Israel.
Las atrocidades han llevado a la comunidad internacional a condenar los incesantes ataques sobre infraestructuras civiles en Gaza, incluyendo escuelas y hospitales, así como el férreo asedio por parte de Israel. Desde el ataque de Hamás hace un mes, Israel ha bloqueado el ingreso de agua, comida, electricidad, insumos médicos y combustible a Gaza, agravando aún más la crisis humanitaria en la región.
Expertos y analistas coinciden en que este conflicto ha marcado un punto de inflexión en Oriente Medio, extendiéndose más allá de las fronteras de Gaza. La violencia se ha propagado a otros frentes, incluyendo la frontera entre Israel y el Líbano, donde los intercambios de fuego han dejado más de 80 personas muertas en el último mes. Además, se han registrado ataques hacia Israel desde el Yemen y un aumento significativo de la violencia en Cisjordania ocupada.
La comunidad internacional ha instado a un cese inmediato de las hostilidades, pero expertos consultados descartan la posibilidad de que esto ocurra en el corto plazo. Advierten que el Gobierno israelí, conformado por partidos de derecha, ultraderecha y ultraortodoxos, no muestra interés ni capacidad para desescalar el conflicto. En lugar de eso, parece estar aprovechando la situación para perseguir objetivos políticos internos.
La magnitud de la tragedia y el sufrimiento humano resultante de este conflicto continúan conmoviendo al mundo, mientras la comunidad internacional sigue buscando soluciones para poner fin a esta espiral de violencia y encontrar una paz duradera en la región.