Por Kari Nava
El reciente desglose de documentos judiciales relacionados con el caso de Jeffrey Epstein ha arrojado luz sobre la inocencia de Michael Jackson en medio de décadas de acusaciones infundadas. Aunque el Rey del Pop fue mencionado en testimonios, su nombre no figura entre los implicados en abusos sexuales o tráfico de menores, marcando así un hito en la reivindicación de su imagen.
En el año 2005, Jackson fue absuelto de diez cargos, incluyendo cuatro por abuso de menores, despejando su nombre de las acusaciones. A pesar de ello, su reputación se vio empañada durante mucho tiempo por controversias relacionadas con el abuso infantil. Sin embargo, el reciente testimonio de Virginia Giuffre, una de las mujeres que demandaron a Epstein, revela que Michael Jackson se negó a participar en actividades inapropiadas con menores durante las visitas a las propiedades del financiero.
Giuffre, en sus declaraciones, afirma haber conocido a Jackson durante su tiempo con Epstein, pero señala que el cantante nunca solicitó ni aceptó masajes de menores, distanciándose así de las acusaciones que han rodeado su vida. Además, se destaca que Jackson se abstuvo de participar en las «fiestas privadas» con menores que tuvieron lugar en las propiedades de Epstein.
La presencia de Michael Jackson en la residencia de Epstein parece haber estado vinculada a reuniones para discutir asuntos financieros, facilitadas por sus representantes legales y asesores financieros. La información disponible no indica que Jackson haya visitado la polémica isla privada de Epstein, limitándose a encuentros en la residencia del financiero en Palm Beach.
Además, se revela que en una de las últimas comunicaciones conocidas de Michael Jackson, expresó su preocupación por ser blanco de individuos con más poder que el gobierno. Esta inquietud fue posteriormente mencionada por su hermana, Janet Jackson, en entrevistas tras la muerte del artista.
Tras el fallecimiento de Michael Jackson, su hermana mayor, Latoya, planteó la teoría de que había sido asesinado y afirmó conocer al culpable. Aunque las circunstancias de su muerte siguen siendo objeto de especulación, el artista vivió sus últimos años envuelto en polémicas relacionadas con acusaciones de abuso de menores y problemas con su color de piel.
En 1993, Jackson enfrentó una acusación de abuso a otro menor, Jordan Chandler, resolviendo la demanda mediante un acuerdo de 23 millones de dólares. A pesar de los desafíos y controversias, la reivindicación de su imagen en el caso Epstein destaca la importancia de separar la realidad de la ficción en la vida de una figura icónica del pop.