Por Dayana Mendizabal
Las mariposas monarca (Danaus plexippus) son conocidas por su asombrosa migración anual, que lleva a millones de ejemplares desde América del Norte hasta California y México, cubriendo una distancia notable de cerca de 5000 kilómetros. Este fenómeno único en el reino de las mariposas ha atraído la atención mundial.
Con sus alas naranjas adornadas con líneas negras y puntos blancos, la monarca es una de las mariposas más emblemáticas y estudiadas del planeta. Aunque nativa de América del Norte y del Sur, su adaptabilidad la ha llevado a colonizar otras regiones cálidas donde florece el algodoncillo, su principal fuente de alimento.
La población de mariposas monarca occidentales ha enfrentado desafíos significativos, alcanzando un mínimo histórico en 2020, lo que las sitúa al borde de la extinción. A pesar de este alarmante declive, las autoridades no las catalogaron como una especie en peligro de extinción. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) destacó en 2021 que, si bien la especie no está directamente amenazada, su población está disminuyendo, especialmente en su migración occidental.
Sin embargo, en junio de 2022, la UICN sorprendió al declarar a la mariposa monarca migratoria en peligro de extinción, una subespecie icónica en Norteamérica. Esta declaración se retiró en septiembre de 2023, cuando la misma agencia reevaluó la situación, reclasificando a la subespecie norteamericana como vulnerable a la extinción.
La fluctuante situación de las mariposas monarca destaca los desafíos que enfrentan en su viaje migratorio y la necesidad de esfuerzos continuos de conservación para preservar esta maravilla natural. Su historia ilustra la compleja relación entre la preservación de especies y la rápida evolución de las amenazas medioambientales.