Por: Fernanda Amaya Vargas
Madonna, la icónica «Reina del Pop», sufrió una tremenda caída en el escenario durante su concierto en Seattle el pasado domingo, un incidente desencadenado por el tropiezo de uno de sus bailarines que arrastró la silla en la que estaba sentada. A pesar del impacto del golpe, la legendaria cantante demostró su profesionalismo al ponerse de pie en cuestión de instantes y continuar con el espectáculo, ganándose así el aplauso y admiración de su audiencia.
Este percance llega en un momento en el que Madonna se encuentra en medio de su «The Celebration Tour», con el que conmemora 40 años de una carrera musical extraordinaria. Aunque este no fue el único incidente de la noche, ya que uno de sus bailarines también tropezó, aunque logró recuperarse rápidamente.
La caída de Madonna no solo destacó por su rápida recuperación física, sino también por su actitud positiva y humorística frente al accidente. En ningún momento pareció molesta con su bailarín, sino que lo observó con una gran sonrisa mientras se recuperaba y continuaba con la coreografía sin soltar su micrófono ni dejar de cantar.
Este incidente ocurrió en medio de cierta controversia reciente, ya que hace unas semanas se supo que dos de sus seguidores habían tomado acciones legales en su contra por iniciar uno de sus conciertos con más de dos horas de retraso. Sin embargo, la mayoría de los seguidores de Madonna parecen tener su percepción de su profesionalismo intacta, especialmente después de presenciar cómo manejó este contratiempo de manera tan ejemplar.
