Los líderes talibanes imponen un plazo de un mes para el cierre de todos los salones de belleza en Afganistán, como parte de su gobierno represivo hacia las mujeres. Esta medida se suma a las restricciones existentes que ya limitan considerablemente la capacidad de las mujeres para trabajar y estudiar, manteniéndolas mayormente confinadas en sus hogares.
Según Mohammad Sidik Akif Mahajar, portavoz del Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, la orden fue emitida el 24 de junio y se espera que todos los salones cierren para el 27 de julio.
Desde que retomaron el control del país en agosto de 2021, tras la retirada caótica de Estados Unidos y sus aliados, los talibanes han revertido décadas de avances en materia de derechos humanos. Esta última medida constituye otra grave afrenta a los derechos de las mujeres en Afganistán.
Según un informe reciente de expertos de Naciones Unidas, los talibanes cometieron «violaciones sistemáticas atroces a los derechos de las mujeres», al restringir su acceso a la educación y al empleo, así como su capacidad de moverse libremente en la sociedad.
El cierre inminente de los salones de belleza disminuye aún más la libertad de las mujeres y asesta un duro golpe económico a las familias que dependen de esos negocios para obtener ingresos.
La propietaria de un salón en Kabul, quien no quiso identificarse por razones de seguridad, le dijo a CNN que aún no había recibido un aviso por escrito de la orden, pero que los informes de que tendría que cerrar la tomaron por sorpresa.
«No sé cómo expresar mis sentimientos. Mi esposo está desempleado y este salón de belleza es la única fuente de ingresos para alimentar a mi familia. Tengo cuatro hijos; necesitan comida, ropa y tienen gastos escolares», dijo.
El informe de la ONU, publicado recientemente, se basó en una visita de una semana a Afganistán realizada por Richard Bennett, el relator especial sobre la situación de los Derechos Humanos en Afganistán, y Dorothy Estrada-Tanck, quien lideró un grupo de trabajo sobre la discriminación contra mujeres y niñas.
Según el documento, se prohíbe a las mujeres trabajar en la mayoría de los sectores fuera del hogar, y se les niega el acceso a baños públicos, parques y gimnasios. También se les exige usar prendas negras sueltas que cubran sus rostros, y no se les permite salir de casa sin una razón justificada, incluso si lo tienen, siempre deben estar acompañadas por un tutor masculino.
El informe revela que hay informes generalizados de casos de depresión y suicidio, especialmente entre las adolescentes a quienes se les ha negado la continuidad de su educación. Según el informe, casi el 8% de las personas encuestadas conocía a una niña o mujer que había intentado suicidarse.
Estos hallazgos muestran la grave situación de opresión y sufrimiento que enfrentan las mujeres en Afganistán, con impactos negativos en su salud mental y bienestar.