Los mamuts cuyos últimos ejemplares se extinguieron hace menos de 5.000 años, han dejado un reguero de misterios que la ciencia empieza ahora a despejar gracias al análisis del ADN más antiguo encontrado hasta la fecha, según revela un estudio publicado por la revista ‘Nature’.
Un equipo internacional de expertos, coordinados por el Centro de Paleontogenética de Estocolmo (Suecia), ha secuenciado el material genético extraído de los molares de tres mamuts que quedaron enterrados en el permafrost de Siberia hace entre 700.000 y 1,2 millones de años.
«Este ADN es increíblemente antiguo. Las muestras son miles de veces más antiguas que los restos de los vikingos e, incluso, preceden a la existencia de humanos y neandertales», observa el principal autor del estudio, Love Dalén, en un encuentro online con los medios.
A partir de estas muestras, que contenían un material genético muy degradado y fragmentado -un reto en sí mismo-, los expertos determinaron su antigüedad de acuerdo con el análisis de los depósitos geológicos donde fueron halladas y de la técnica del «reloj molecular», que permite estimar el tiempo evolutivo a partir del número de diferencias entre dos secuencias de ADN de especies divergentes.
Así, constataron que dos de los especímenes tienen una antigüedad de más de un millón de años, mientras que el tercero es uno de los mamuts lanudos más primitivo que se conoce, con una edad de unos 700.000 años.