Escorpión de cola gorda (Androctonus australis)
El escorpión de cola gorda es un escorpión africano y uno de los animales más peligrosos del mundo. Una pequeña picadura puede matar a un hombre en 7 horas y a un perro en tan solo 7 minutos. Su veneno es muy peculiar porque parece estar diseñado especialmente para matar y causar muchísimo dolor en animales vertebrados, más por protección que para alimento, ya que ellos comen principalmente invertebrados.
En cuanto a otros alacranes, existen 1.500 especies de las cuales 25 pueden matar al humano. En México y Estados Unidos mueren más personas por alacranes que por serpientes.
Hipopótamos
En África mueren más personas a causa de hipopótamos que por cualquier otro animal. Esto es sorprendente porque ellos son animales herbívoros, pero atacan cuando se sienten amenazados. Miden 2 metros y pesan 5 toneladas, y pueden correr a 32 kilómetros por hora con lo que fácilmente pueden derribar a una persona, o incluso a leones. Las hembras suelen ser las más violentas cuando tienen hijos que proteger.
Mosquito (familia Culicidae)
El animal más peligroso del mundo para el humano es uno de los más pequeños y con el que convivimos frecuentemente. Al alimentarse de sangre representan un importante vector que transmite enfermedades como la malaria, dengue, fiebre amarilla o chikungunya. Los mosquitos provocan que 200 millones de personas se enfermen, de las que aproximadamente 600 mil mueren.
Cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus)
El animal más peligroso de agua dulce es el cocodrilo del Nilo. Sus colmillos pueden romper hasta huesos. Viven bajo el agua al acecho esperando a que animales se acerquen a beber. En rápidos movimientos logran ahogarlos, para tragarlos completos y empezar a digerirlos. En algunas zonas hay dos muertes diarias a causa de estos cocodrilos
Pez piedra (Synanceia horrida)
Cuando hablamos del pez piedra nos referimos al animal más peligroso del mundo marino por ser el pez con más veneno. De hecho, el veneno del Synanceia horrida se aloja en las espinas de sus aletas y en glándulas. Es neurotóxico y en cualquier momento que entremos en contacto con él se crearán heridas, que nos pueden llevar a la muerte.