La huelga que mantuvo el sindicato United Auto Workers (UAW) en Estados Unidos desde el 15 de septiembre contra General Motors (GM), Ford y Stellantis ha llegado a su fin, logrando un éxito que se ha calificado como «histórico» para los trabajadores. Los acuerdos alcanzados entre UAW y los fabricantes de automóviles incluyen importantes concesiones a favor de los trabajadores.
El tercer y último acuerdo, con GM, fue anunciado el lunes de forma simultánea por los presidentes de UAW, Shawn Fain, y de GM, Mary Barra. Estos acuerdos deberán ser ratificados por los trabajadores.
Los principales puntos de estos acuerdos incluyen:
- Aumentos salariales del 25%.
- Mejoras en las prestaciones para la jubilación.
- Facilitación de la transición de trabajadores temporales a permanentes en menos tiempo.
- Inversiones de miles de millones de dólares en nuevas plantas en Estados Unidos.
- Paz laboral durante los próximos cuatro años para las empresas automotrices.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reveló la existencia de estos acuerdos, calificándolos como «históricos» y reconociendo que representan un importante logro para los trabajadores, quienes habían aceptado concesiones significativas para mantener la industria automotriz en marcha durante la crisis financiera de hace más de una década.
La huelga, que duró seis semanas, tuvo un alto costo para los fabricantes, estimado en alrededor de 1,200 a 1,300 millones de dólares en total. Según Michelle Fecteau, directora del Centro para Estudio Laborales y Comunitarios de la Universidad de Míchigan, los nuevos convenios colectivos negociados por UAW son muy positivos para los empleados.
