Por Diana Silva
La Ciudad de México continúa destacando como uno de los destinos turísticos más populares a nivel mundial, gracias a su riqueza cultural, oferta gastronómica, museos, barrios vibrantes, parques y una vida nocturna activa. Sin embargo, más allá de su atractivo turístico, la metrópoli se encuentra entre las más caras para vivir, según el Índice Mundial de Costo de Vida de la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU).
De acuerdo con el EIU, la CDMX ocupa el puesto 16 en el ranking global de ciudades más costosas para vivir, superando a metrópolis como Milán, Munich y Washington D.C. No obstante, las noticias no son tan desfavorables para los residentes locales, ya que el índice está diseñado principalmente para medir la asequibilidad para los extranjeros.
La CDMX ha experimentado un significativo ascenso en la clasificación, escalando 60 lugares en solo dos años, pasando del puesto 76 al 16. Este aumento se atribuye en gran medida a la apreciación del peso mexicano frente al dólar estadounidense, que aumentó un 15% en el último año.
El índice se basa en la capacidad de compra con un dólar en cada ciudad evaluada, lo que significa que una moneda local más fuerte resulta en una ciudad más cara. En este contexto, la CDMX se erige como la ciudad más costosa de América Latina, seguida por Querétaro, Montevideo, San José y Lima.
Querétaro, en particular, experimentó el mayor aumento en el costo de vida en 2023, ascendiendo 48 lugares en la lista. Después de la CDMX, se posicionó como la segunda ciudad más cara de México. Otros centros urbanos mexicanos, como Monterrey y Aguascalientes, también experimentaron notables incrementos, subiendo 20 y 39 lugares respectivamente en la clasificación mundial.
Mientras la Ciudad de México continúa atrayendo a turistas de todo el mundo por sus encantos culturales, su costo de vida elevado plantea desafíos para los residentes locales, destacando la importancia de considerar los factores económicos al evaluar la calidad de vida en esta metrópoli única y multifacética.
