El reconocido torero Juan Ortega se encuentra en el ojo del huracán tras cancelar su boda con la doctora Carmen Otte Alba apenas media hora antes de la ceremonia, con más de 500 invitados esperando en la iglesia. El inesperado giro de los acontecimientos ha capturado la atención de la prensa española, revelando detalles que han dejado a todos sorprendidos.
Según las versiones que han circulado, el fin de semana pasado, Juan Ortega llamó al cura que oficiaría la boda para expresar sus dudas. La noticia se transmitió a la novia y a los padres, desencadenando la conmoción entre los más de 500 invitados que aguardaban el inicio de la celebración. Se especula que una discusión entre el torero y su futuro suegro fue el detonante de las dudas de Ortega, quien, presionado externamente, pudo haber decidido no dar el paso hacia el matrimonio.
Antes de este incidente, Juan Ortega y Carmen Otte llevaban una vida reservada y tranquila. Sin embargo, la cancelación de la boda ha puesto a ambos en el centro de la atención mediática, especialmente después de que Ortega contactara a su prometida mediante una llamada telefónica, comunicándole que, por «circunstancias personales», no se presentaría en la iglesia, donde la multitud de invitados ya aguardaba ansiosamente.
La tranquilidad que caracterizaba la relación entre el torero español y la cardióloga jerezana ha desaparecido. La devastación se ha apoderado de Carmen Otte, quien se encuentra en medio de la tormenta mediática generada por la abrupta cancelación de la boda.
La presentadora Leticia Requejo ha arrojado luz sobre las posibles razones detrás de este dramático suceso. Según sus informaciones compartidas en el programa TardeAR, la relación entre Juan Ortega y Carmen Otte ha estado marcada por la influencia constante de los padres de ella, especialmente el padre. Requejo sugiere que el torero se ha sentido sometido por estas presiones, destacando que cuando la pareja se trasladó a vivir juntos a Sevilla, el padre de Carmen no aprobó la decisión. Además, señala problemas familiares originados hace un año, cuando los padres querían que Ortega pidiera matrimonio y él tardó en hacerlo.
Este nuevo relato apunta a que Juan Ortega se habría dado cuenta de que su compromiso matrimonial estaba más relacionado con complacer a los suegros que con su propio deseo. La revelación habría tenido lugar durante los festejos previos en Jerez de la Frontera, añadiendo un giro aún más impactante a esta historia de amor que terminó en un escándalo en el altar.