En medio del creciente temor a la expansión del conflicto en la región, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió este viernes con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en un esfuerzo por insistir en el pedido de la Casa Blanca para una pausa humanitaria en los combates en Gaza. La reunión tuvo lugar en un momento de gran tensión, con autoridades israelíes en alerta máxima debido a la preocupación por posibles ataques en su frontera con Líbano.
Durante el encuentro, Blinken expresó la profunda preocupación de Estados Unidos por la escalada de violencia en Gaza y reiteró la urgencia de detener los combates para permitir el acceso de ayuda humanitaria a los civiles afectados.
Por su parte, el Primer Ministro Netanyahu compartió las preocupaciones de su país sobre la seguridad nacional y la creciente amenaza en la frontera con Líbano.
En medio del conflicto en curso entre Israel y Hamás, las tropas israelíes han intensificado su cerco alrededor de la Ciudad de Gaza, que ha sido el epicentro de la campaña israelí para reprimir al grupo insurgente que gobierna el enclave palestino.
El intercambio de disparos entre Israel y Hezbollah ha agravado aún más la situación, elevando las preocupaciones sobre una posible expansión del conflicto a otros territorios. Este viernes, la atención se centró en el discurso que pronunciará más tarde el líder de la milicia Hezbollah, Hassan Nasrallah, su primera declaración pública desde el ataque perpetrado por Hamás.
La escalada de violencia, que Hezbollah, un aliado de Hamás con respaldo de Irán llevó a cabo un ataque coordinado contra posiciones militares en el norte de Israel el jueves. El grupo extremista utilizó aviones no tripulados, morteros y drones explosivos en su asalto, lo que llevó a una enérgica respuesta por parte del ejército israelí.
El ejército israelí informó que respondió con aviones de combate y helicópteros armados para contrarrestar la agresión de Hezbollah. El portavoz militar, el contralmirante Daniel Hagarik, confirmó que las acciones de la milicia provocaron varios heridos entre la población civil en las áreas afectadas por el ataque.