La secuela de la icónica película de 1973, «El Exorcista: Creyentes», dirigida por David Gordon Green, nos lleva de regreso al mundo de la posesión demoníaca. La película se centra en dos chicas poseídas en la actualidad y en las conexiones que esta situación tiene con el film original.
Desde un principio, la película parece más un spin-off que una continuación directa, con elementos genéricos de horror y misterio. La trama comienza en 2010, introduciendo a los personajes y las circunstancias que desencadenarán los eventos posteriores.
La interpretación de Angela por Lidya Jewett y Katherine por Olivia Marcum es convincente, transmitiendo adecuadamente la transformación de las chicas tras su experiencia traumática. La inclusión de Ellen Burstyn, quien regresa a la saga después de años, aporta un vínculo con la película original, aunque su papel y la conexión con la trama no se revelan completamente hasta más adelante.
Uno de los aspectos destacados es la exploración de diferentes enfoques religiosos para abordar la posesión, particularmente la divergencia entre las prácticas de Victor y las de la mujer de ascendencia africana. Esto añade una capa interesante a la narrativa y a la dinámica del grupo protagónico.
En cuanto a las actuaciones, el elenco hace un buen trabajo, con Leslie Odom Jr. como Victor, quien se muestra escéptico pero comprometido a descubrir la verdad, y Ann Dowd como la enfermera con un pasado religioso, aportando una profundidad adicional al equipo.
A nivel visual y de efectos, la película logra recrear la atmósfera de tensión y posesión característica del original, con las chicas poseídas evocando fuertes similitudes con el personaje de Linda Blair. Sin embargo, la explicación de los fenómenos ofrece elementos nuevos y diferentes, lo que sugiere un enfoque fresco para la trilogía planificada.
A pesar de sus méritos, «El Exorcista: Creyentes» no logra agregar mucho a la rica historia de la franquicia. Aunque puede ser vista con interés y cierta dosis de tensión, su impacto no se compara al del clásico original. Es una película que puede disfrutarse, pero también podría ser olvidada sin mayores consecuencias.
La película ofrece una experiencia intrigante y tensa, pero no logra superar la sombra de su predecesora. Sin embargo, queda por ver cómo se desarrollará la trilogía y si futuras entregas añadirán elementos innovadores a la narrativa. «El Exorcista: Creyentes» es una película que, aunque no esencial, puede resultar satisfactoria para los aficionados del género.