Por Kari Nava
Helena Rojo, icónica actriz mexicana, dejó un impacto duradero en la industria del entretenimiento con su talento indiscutible y su presencia carismática en la televisión, el cine y el teatro. Su partida enlutó a sus seguidores y a la industria actoral mexicana, pero su legado continúa vivo a través de las obras que interpretó y el impacto que tuvo en generaciones de espectadores.
Nacida el 18 de agosto de 1944 en la Ciudad de México, Helena comenzó su carrera artística desde joven, destacándose por su versatilidad y habilidad para dar vida a personajes memorables. Sin embargo, no solo fue en los escenarios donde dejó huella; su vida personal también estuvo marcada por relaciones significativas.
Uno de los capítulos más resonantes de su vida amorosa fue su matrimonio con el reconocido actor Juan Ferrara. Contrajeron nupcias en 1976 y durante esta década, la pareja compartió éxitos profesionales y la llegada de tres hijos: Elena, Patricia y Leo. La relación, aunque llena de momentos públicos y privados, llegó a su fin en 1987. A pesar de la separación, Helena y Juan continuaron siendo recordados como una pareja emblemática en la escena artística mexicana.
Helena Rojo, conocida por su fuerte carácter y su deseo de preservar su privacidad, expresó en varias ocasiones el reto que representó desvincularse públicamente de Ferrara. La atención constante de los medios y la percepción pública de su vida amorosa la llevaron a ser cautelosa sobre compartir detalles personales.
Después de su separación, Helena encontró el amor nuevamente en Benjamín Fernández, un hombre que no pertenecía al mundo del espectáculo. Casados en 1988, la pareja mantuvo una relación más discreta, alejada de los reflectores mediáticos. Aunque la información sobre esta unión es limitada, se especula que la relación perduró hasta los últimos días de la actriz.
La partida de Helena Rojo en 2022 dejó a sus seguidores con un profundo sentimiento de pérdida. Sin embargo, su legado artístico sigue brillando a través de las pantallas y los escenarios. Su habilidad para cautivar al público y su contribución a la riqueza cultural de México la convierten en una figura inolvidable.
La vida de Helena Rojo estuvo marcada por la pasión por su oficio y por las complejidades de la vida personal. Su historia continúa siendo un recordatorio de la complejidad y la riqueza de la experiencia humana, tanto en el escenario como detrás de él.