Google Maps, una de las aplicaciones de mapas más icónicas y utilizadas en todo el mundo, ha dado un paso sorprendente al cambiar su diseño para incorporar elementos visuales más similares a los de su competidor, Apple Maps. Este cambio sutil pero significativo ha generado un debate entre los usuarios sobre las similitudes notables en los colores y la apariencia general de las dos aplicaciones de mapas.
Una de las transformaciones más evidentes es la transición hacia un tono de azul más claro para representar cuerpos de agua en el mapa, que ahora exhiben un matiz verdoso, una elección que se asemeja notablemente a la paleta de colores de Apple Maps. Además, las carreteras, en lugar de ser de color blanco, han adoptado un tono gris, lo que las hace destacar de manera más prominente en el mapa. También se ha modificado el color de las autopistas, que pasaron de ser amarillas a un tono gris oscuro, siguiendo una tendencia similar a la de Apple.
Estos cambios de diseño también se extienden al modo de navegación, donde se implementan estos nuevos colores. Aunque algunos usuarios pueden considerar estos ajustes como cambios menores, aquellos que ya han tenido la oportunidad de probar la nueva apariencia de Google Maps señalan que la experiencia se siente considerablemente diferente.
Es importante destacar que esta actualización de diseño aún no se ha desplegado para todos los usuarios, lo que sugiere que Google está probando la recepción de estos cambios antes de implementarlos de manera generalizada.
Si bien los cambios en el diseño de una aplicación tan popular pueden generar opiniones diversas, la respuesta general hasta ahora parece ser positiva. Los mapas se ven más claros y fáciles de interpretar con esta nueva paleta de colores, lo que mejora la experiencia de usuario. En última instancia, esta transformación acerca aún más a Google Maps y Apple Maps en términos de estética, aunque estas dos aplicaciones tienen mucho más en común de lo que se ve a simple vista.