El mundo despide con tristeza al perro más longevo registrado en la historia, Bobi, un Rafeiro do Alentejo residente en Portugal, quien falleció a la impresionante edad de 31 años. Su dueño, Leonel Costa, anunció su partida en un hospital veterinario durante el pasado fin de semana.
Nacido el 11 de mayo de 1992, Bobi desafió las expectativas de vida de su raza, que normalmente oscila entre 10 y 14 años, viviendo tres veces más de lo esperado. En una entrevista a principios de este año, Costa atribuyó la longevidad de Bobi a una dieta adecuada, la calidad del aire que disfrutaba en la granja de Conqueiros, y, sobre todo, al amor que recibía de su dueño y compañero.
Este valiente canino arrebató el récord mundial a Bluey, un pastor australiano que ostentó el título durante casi un siglo, falleciendo a los 29 años en 1939. Guinness World Records lamentó profundamente la pérdida de Bobi, señalando que vivió 31 años y 165 días. Su legado perdurará como un testimonio de cuidado, dedicación y una vida plena compartida con su dueño.