Por Sinai Peña
Después de tres días de cierre, el gobierno estadounidense ha emitido la orden de reabrir los cruces ferroviarios de Eagle Pass y El Paso, Texas. Esta medida se lleva a cabo tras el cierre repentino de estos cruces el pasado lunes, como respuesta al notable aumento en el flujo migratorio.
La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) informó sobre esta decisión, señalando que la reapertura fue ordenada por el gobierno de Estados Unidos. Aunque hasta la media noche del miércoles no se tenía confirmación oficial sobre la reapertura de los cruces, se espera que esta medida alivie las pérdidas económicas significativas que tanto empresarios mexicanos como estadounidenses estimaron durante estos días de cierre.
José Abugaber Andonie, dirigente de Concamin, destacó el trabajo y gestiones del Gobierno de México, así como el apoyo de empresarios y legisladores estadounidenses, quienes se manifestaron en contra de la medida desde su implementación.
El cierre unilateral de los cruces ferroviarios fue una medida adoptada por las autoridades estadounidenses para redirigir recursos hacia la detención de migrantes que intentan cruzar la frontera. Sin embargo, esta acción conllevó consecuencias económicas considerables, con pérdidas estimadas en alrededor de 100 millones de pesos diarios, según la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). La ferroviaria Union Pacific reportó la detención de aproximadamente 10 mil vagones con mercancía durante el cierre.
El rechazo de empresarios de ambos países hacia esta medida y las gestiones realizadas han sido fundamentales para lograr la pronta reapertura de estos cruces fronterizos, buscando restablecer el flujo comercial entre México y Estados Unidos.