La palabra «horóscopo» deriva del griego «horoskopos», que significa «observador de la hora» o «marcador del tiempo».
Los primeros rastros de la astrología y los horóscopos se encuentran en civilizaciones como la babilónica, egipcia y china. Los astrónomos de estas culturas observaban el cielo en busca de patrones celestiales que pudieran influir en la vida cotidiana. Por ejemplo, el estudio de los astros como guía para la vida cotidiana se remonta a la antigua Babilonia y Mesopotamia, donde astrónomos y sacerdotes observaban el cielo en busca de patrones celestiales que pudieran influir en los eventos terrenales. De hecho, la estructura del Zodiaco es una banda imaginaria que abarca la eclíptica, y fue dividido en doce signos, cada uno asociado con determinadas fechas del año, esta estructura se originó en la antigua Mesopotamia.
Simultáneamente, las civilizaciones china y egipcia también desarrollaron sus sistemas astrológicos, conectando la posición de los planetas y las estrellas con sucesos en la Tierra.
Por otro lado, la astrología griega, basada en las enseñanzas de astrónomos como Ptolomeo, tuvo un impacto significativo en la conformación de los horóscopos tal como los conocemos hoy. La creencia en la influencia de los planetas sobre los destinos individuales se arraigó en la cultura griega y se transmitió a través de las generaciones.
Sin embargo, durante la Edad Media, la astrología experimentó un resurgimiento, y los horóscopos se convirtieron en parte integral de la vida cotidiana. Las cortes reales y la nobleza consultaban astrólogos para obtener orientación en asuntos políticos y personales.
A medida que la astronomía y la astrología se separaron en la época moderna, los horóscopos evolucionaron hacia las interpretaciones diarias y personalizadas que conocemos hoy. Con la llegada de medios de comunicación masivos, como periódicos y revistas, los horóscopos se popularizaron aún más, llegando a un amplio público
Aunque la astrología y los horóscopos han sido objeto de controversia y escepticismo, persisten como una forma de reflexión y entretenimiento para muchos. La conexión ancestral entre el cielo y la tierra sigue capturando la imaginación, ofreciendo una ventana a la interpretación de los eventos cósmicos y su supuesta influencia en la vida terrenal.