Los escenarios desplegaban su propia identidad escénica y subgéneros musicales. El principal Kinetic Field brilló por las máximas estrellas electrónicas. Sorprendió el colosal Circuit Grounds, edificando una extensa plataforma de plasmas de extremo a extremo.
Tres días de fiestas inagotables en el Electric Daisy Carnival (EDC) México bastaron para reunir a 305 mil adoradores de la música electrónica, y con ello romper el récord de asistencia en el festival.
La cascada de beats reapareció este domingo en la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez. Los escenarios desplegaban su propia identidad escénica y subgéneros musicales. El principal Kinetic Field brilló por las máximas estrellas electrónicas. Sorprendió el colosal Circuit Grounds, edificando una extensa plataforma de plasmas de extremo a extremo. El Neon Garden disparaba rayos láser figurando ensueños futuristas.
El Waste Land destacó por las emociones desbordadas, ahí retumbaron los ritmos duros de la música electrónica al estilo hardstyle y dosis de trance, provocando las danzas catárticas del “slam” y “mosh pit”.
En el Mi XX Stage vibraron los sonidos latinos y bailables. El Bionic Jungle hipnotizó en alucinantes mezclas ambientales. El espacio sintético del Stereo Bloom cobijaba delirios digitales.
El búho símbolo del EDC despertó una vez más al atardecer en el “Opening Ceremony”, para recibir a Nicky Romero, la estrella originaria de Amerongen, Países Bajos, regalando una intensa descarga de apasionados bailes.
Hizo lo propio dúo sueco Galantis formado por Christian “Bloodshy” Karlsson y Linus Eklöw. El Dj Illenium originario Chicago encabezó el finiquito donde las almas parecían desear continuar la fiesta hasta la eternidad.
El festival EDC culminaba en el acto de despedida “Closing”, obsequiando una explosiva ola de pirotecnia, llamaradas y fulgurosas luminarias. El mágico Búho cerraba sus ojos para su último suspiro. La satisfacción masiva del público emprendió huida inexorable en la madrugada de este lunes, aguardando una nueva celebración en 2024.