Su negocio de streaming, con Disney+ a la cabeza, superó los 1.000 millones en pérdidas en el primer trimestre.
Bob Iger ha vuelto a tomar las riendas de Disney dispuesto a tomar decisiones. Lo ha demostrado este miércoles, tras la presentación de resultados del primer trimestre, anunciando una reestructuración de la compañía que implicará el despido de 7.000 trabajadores y la ejecución de un plan de ahorros de 5.500 millones de dólares.
Según ha explicado en una conferencia con inversores, Disney simiplificará su organización en tres áreas: los negocios de cine y televisión; la red de cadenas deportivas ESPN; y su unidad de parques temáticos, en la que también se incluyen cruceros y los productos licenciados. La intención, según ha detallado Iger, es «mejorar los márgenes de beneficio». El plan de ahorro de costes se basará, además de en la eliminación de 7.000 puestos de trabajo, en unos menores gastos en programación, según ha revelado el ejecutivo.
Iger ha revelado estos planes después de la publicación de unos resultados que muestran cómo su negocio de streaming no deja de elevar sus pérdidas.
El gigante del entretenimiento acumuló unos números rojos en este segmento de 1.053 millones de dólares, unos 980 millones de euros, al cierre del primer trimestre fiscal. La pérdida es un 78% superior a la que registró en el mismo periodo del año pasado, pese a generar unos ingresos un 13% superiores, de 5.307 millones de dólares. La compañía los achaca a «las mayores pérdidas en Disney+ y a una caída de los resultados en Hulu, parcialmente compensados por la mejora de resultados en ESPN+».