Las labores de la segunda etapa del rescate de Santa María la Redonda, en el perímetro B del Centro Histórico, se encuentran detenidas por la intención de la Secretaría de Obras y Servicios de ampliar las banquetas en la calle Pedro Moreno, que va del Eje Central a Paseo de la Reforma, y no dejar espacios para que se puedan estacionar vehículos en la vía pública, lo que ha generado inconformidad vecinal.
Los habitantes explicaron que se les pretende hacer firmar un escrito en el que están de acuerdo con las adecuaciones que contempla el proyecto, pero la mayoría se opone debido a que hay predios con 50 viviendas, cuyas familias se verían obligadas a pagar pensiones que, entre las más baratas, cobran 900 pesos al mes, siempre y cuando tengan espacio.
En otras calles intervenidas, como Obraje, donde incluso las banquetas son más reducidas, se les ha renovado con el mismo espacio y se han respetado los lugares de estacionamiento, pero aquí quieren quitarlos en ambos lados, salvo en algunas casos donde están dejando de un lado 15 metros donde sólo cabrían tres vehículos.
Los residentes se quejaron de que abrieron calles por todos lados, pero no hay alumbrado en muchas de ellas, el cascajo se acumula en algunos puntos, no hay señalizaciones, el cableado está por fuera, se mantienen las coladeras sin tapar y banquetas sin concluir. “No han podido entregar ninguna calle completa del polígono, a todas les falta algo”, apuntaron.
Inversión millonaria
En enero de 2020, el gobierno capitalino entregó la primera etapa de rehabilitación del barrio de Santa María la Redonda, en la que fueron intervenidas 12 calles, el jardín del Obispo y el tramo de Eje Central, de Francisco I. Madero a Garibaldi, con trabajos como la sustitución de la red de agua potable y drenaje, repavimentación y habilitación de áreas verdes, con una inversión de 131 de millones de pesos.
De manera adicional, como parte de la rehabilitación del Centro Histórico, las autoridades capitalintas tienen contemplado invertir 561.5 millones de pesos este año en la recuperación del espacio público y en obras públicas como de agua y drenaje en San Hipólito, República de Chile y Empedradillo, así como de mejoramiento en Tacuba, 5 de Mayo, San Ildefonso y la plaza de Santo Domingo, entre otros proyectos, así como la intervención en fachadas y monumentos históricos.