El actual gobernador de Cuernavaca tiene dos sueños. Si no se puede uno, pues el otro. Plan A y Plan B. El primero, aunque suene a chiste de Twitter, es ser presidente de México algo que a estas alturas, hasta él tendría que dar por olvidado. Y el otro, obviamente ligado al futbol, es ser entrenador de la Selección Mexicana.
El ex-futbolista del América reveló cuáles son sus intenciones a futuro. “Si se da (seguir en la política) qué bueno. Si no, me regreso (al futbol) como siempre he dicho a ser entrenador de un equipo de aquí de México”. Me encantaría dirigir en el extranjero, me gustaría un día dirigir al América y un día dirigir a la Selección, cómo no, pero hay que ir paso a paso”, dijo en declaraciones a los medios recuperadas por El Universal.
A pesar de que en su actual cargo, Blanco ha dejado mucho que desear, sobre todo por los índices tan altos de violencia en Morelos, él sigue creyendo que tiene lo necesario para ocupar el cargo de mayor importancia en este país… sí, la presidencia. No confundamos. El ídolo de multitudes sostiene que él no es como los otros: “Pero no me voy a casar (con la idea de ser presidente). Yo no soy como muchos políticos. Si me dicen que sí, pues adelante, pero si me dicen que no, pues me regreso al futbol».
Y aunque, evidentemente, la importancia de ser entrenador del Tri en nada se compara con la de ser presidente (aunque muchos digan que son las sillas más ‘calientes’ del país), hay que decir que el Cuau tampoco está preparado para ocupar el cargo de seleccionador. Nunca ha dirigido a ningún equipo y empezar una trayectoria en el banquillo después de los 50 años no parece ser el mejor método para llamar la atención de quienes toman decisiones en el balompié nacional. Si ya era irreal imaginarlo en la política, también lo es imaginarlo como director técnico del Tri, que será una selección de cuestionable nivel pero hasta eso, sus llaves no se le entregan a novatos ni entrenadores sin prestigio.