El ciclo económico de México está muy integrado con el de su principal socio comercial, de tal manera que cada vez que Estados Unidos entra en recesión se dice que “México tiene una gripa, tiene una severa fiebre”, pero este año parece que la economía mexicana será más resiliente y alcanzará un crecimiento de entre uno y 1.5 por ciento, una tasa cinco veces más alta que la del país vecino, explicó Shelly Shetty, directora general de Fitch Ratings.
Pese a estar en un año previo a las elecciones presidenciales, los riesgos políticos en este punto no son preocupantes como para afectar la evaluación crediticia de México, dado que aún no se conoce a quien postulará Morena –el partido de Andrés Manuel López Obrador–, ni tampoco existe un candidato en la oposición; es más, sobre esta última ni siquiera se sabe si se mantendrá unida alrededor de un aspirante común, o se fragmentará, agregó la analista.
Al destacar el caso de Brasil y Perú, dijo que la incertidumbre política, puede empañar las perspectivas de actividad económica, inversión y reformas.
“Creo que la volatilidad de la política y un panorama más desafiante se está convirtiendo en una característica de riesgo para la región.”