Corea del Norte ha disparado este martes un misil balístico que ha sobrevolado Japón por primera vez en cinco años. Han sido cerca de 20 minutos de pánico y respiración contenida: el tiempo que el proyectil ha tardado en trazar su trayectoria sobre el norte del archipiélago nipón hasta caer finalmente en el mar, lejos de la costa y aparentemente sin causar daños. Pero el amago del régimen nuclear de Pyongyang ha provocado una alerta poco común de las autoridades de Tokio, que han pedido a la población de dos prefecturas septentrionales que se refugie en edificios o bajo tierra, el primer aviso de este tipo desde 2017.
El ensayo balístico suma una nueva detonación en la inestable y peligrosa escalada norcoreana: el país comunista, gobernado con puño de hierro por el líder supremo Kim Jong-un, ha lanzado cinco misiles balísticos en los últimos 10 días, coincidiendo con la reciente visita a Seúl de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, el 29 de septiembre, y los ejercicios militares conjuntos desplegados la semana pasada entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha calificado el episodio de “barbarie” y lo ha condenado “enérgicamente”. El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha blandido hacia Pyongyang la “respuesta decidida” que encontrará por parte de su país y sus socios. “Tales provocaciones imprudentes se enfrentarán a una respuesta del ejército surcoreano, aliados y la comunidad internacional”, ha reaccionado, según Efe.
Durante su reciente viaje a Seúl, la vicepresidenta estadounidense recordó el compromiso “acorazado” de Estados Unidos con la defensa de Corea del Sur y reiteró que su país hará todo lo que esté en su poder para cumplir su palabra. El programa de lanzamiento de misiles balísticos norcoreano, añadió Harris, está “desestabilizando la paz y la seguridad de esta región”.
El régimen comunista del Norte ha multiplicado los ensayos con misiles balísticos este año, disparando entre ellos el cohete más potente de su historia, un Hwasong-17 intercontinental nunca probado hasta el mes de marzo, y que alcanzó una altura y una distancia muy superiores a la de cualquier otro proyectil lanzado por Pyongyang hasta entonces.
El de este martes parece haber sido también un misil de alcance intermedio “o incluso de rango mayor”, según ha afirmado el ministro japonés de Defensa, Yasukazu Hamada. Y se trata del cohete que mayor distancia ha recorrido de los lanzados por Pyongyang, con una altura máxima de cerca de 1.000 kilómetros y un trazado de 4.600 kilómetros, según el Ejecutivo nipón