El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), encabezó la ceremonia anual de izamiento de la bandera a media asta en el Zócalo de la Ciudad de México en memoria de las víctimas de los terremotos del 19 de septiembre de 1985 y 2017. Acompañado por el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, así como por varios secretarios de su gabinete, AMLO rindió homenaje a las personas que perdieron la vida en estos trágicos eventos sísmicos.
La ceremonia incluyó la entonación del Himno Nacional y el canto a la bandera a cargo de la banda de música y el coro del Ejército Nacional. Además, la banda de guerra ejecutó el toque militar de silencio en honor a las víctimas de ambos terremotos. Aunque se contó con la presencia de destacados funcionarios, el evento conmemorativo se llevó a cabo sin discursos por parte del presidente o sus colaboradores.
La elección de realizar el izamiento de bandera alrededor de las 07:00 horas coincide con el momento en que ocurrió el devastador terremoto de 1985. Estos sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017 se destacan por la cantidad de daños estructurales, derrumbes y víctimas mortales que dejaron a su paso. Según las cifras oficiales, el terremoto de 1985 resultó en la trágica pérdida de más de 3,000 vidas, mientras que el sismo de 2017 dejó un saldo de 369 víctimas fatales.
Después de esta ceremonia, se llevó a cabo el Simulacro Nacional, un ejercicio destinado a promover la cultura de prevención ante desastres. Este año, el simulacro utilizó la alerta sísmica real y planteó dos hipótesis de sismo: uno de magnitud 8.1 con epicentro en Guerrero y otro de magnitud 7.8 con epicentro en Sonora.
Este evento es un recordatorio importante de la vulnerabilidad de México ante los terremotos y la necesidad de estar preparados para afrontarlos y minimizar sus consecuencias.