Ciudad de México, 14 de agosto 2023. Por Ernesto García Ávalos:
Bajo el lema “Hermandades Diversas” este pasado 9 de agosto dió comienzo a la 22° Semana del Cine Alemán. Representantes del Goethe-Institut, organizador de esta nueva edición, el secretario de gobierno de la CDMX Martí Batres, el embajador de Alemania en México Wolfgang Dold y representantes del Patronato de la Industria Alemana para la Cultura PIAC, Evonik Industries de México y Merck, que fungen como organizaciones pilares en llevar a cabo esta celebración se reunieron bajo el techo del majestuoso Teatro de la Ciudad Esperanza Iris para conducir la ceremonia de inauguración. Cada uno de estos representantes dió un breve discurso sobre la importancia del arte, las relaciones entre México y Alemania, las similitudes culturales de Berlín y la CDMX, la visibilidad y el trabajo por una diversidad en las expresiones artísticas abogando al lema de esta edición de la semana del cine y la importancia de llevar estas cintas a más lugares en el mundo, buscando que el idioma deje de ser un obstáculo.
Finalizados los discursos y agradecimientos a las personas y organizaciones que hacen posible esta semana del cine, se dió paso al evento principal.
La función de una de las películas más icónicas no solo en la historia del cine alemán, sino del mundo Berlín. Sinfonía de una gran ciudad (Dir. Walter Ruttmann, 1927), una cinta muda que buscaba retratar el día a día de la capital alemana. Esta exhibición buscó ser diferente y combinar elementos auditivos a una película silente. Un grupo de músicos encabezados por la cantante, actriz y compositora mexicana Ximena Sariñana y la cantante Marian Ruzzi hicieron esto realidad.
Esta cinta estrenada a finales de los 20 forma parte de una arqueología cinematográfica en el mundo. Sus fotogramas en blanco y negro, los encuadres simetricos, los movimientos de cámara buscando a los protagonistas de una ciudad son parte de una visión intima del frenesí del Berlin de esa década.
La película se divide en 5 actos que parten de los momentos del día en esta ciudad. Cada acto muestra el ritmo de lo que podía ser una mañana laboral en la ciudad, en el metro de Berlín o en alguna fábrica que era signo del crecimiento tecnológico de esa época. Conforme transcurría cada acto en la función, Ximena y su brillante equipo de músicos llenaban el aire del Teatro de la Ciudad en una sinergia audiovisual profunda, a momentos sutil y que podía cambiar a ritmos que asemejan el rápido latir de un corazón, o en este caso, el latir de una ciudad.
Lo grandioso del cine, y en este particular caso, es dejarse abrazar por el ritual demográfico de lo que era Berlín hace casi 100 años. Nadie es protagonista en la cinta, pero todos a la vez son los estelares. Los rostros de las personas ante la cámara que se plasmaron a la posteridad son el más claro ejemplo del objetivo del cine. Podemos reflexionar sobre los cambios tecnológicos, aquellos aires sociales que han perpetrado con los años y que al final somos seres cambiantes y que buscamos adaptarnos y adaptar las ciudades a nuestras necesidades como especie.
Después de 65 minutos llenos de la voz de Ximena y Marian, de momentos de silencio, de acompañar esta obra cinematográfica con diversos instrumentos que forman parte de una danza auditiva llena de matices que te hacen vibrar y sentir lo que ves en pantalla, el recinto se llenó en aplausos y vítores. El evento concluyó con una invitación a todos los presentes y no presentes en buscar el cine que ha llegado a México en esta edición y acercarnos al arte y la diversidad por este medio.
En esta edición que concluirá el próximo 20 de agosto, se exhibirán 27 películas de cine alemán clásico y contemporáneo nominadas en diversos festivales de cine. Se presentarán en distintas sedes de la CDMX, además de contar con la presencia de directores, directoras y guionistas invitados. Toda la información sobre este gran evento cultural se encuentra en la página web del Goethe-Institut y sus respectivas redes sociales.