Con rastros de sangre, cientos de casquillos y poco más de una decena de vehículos blindados con impactos de bala, se encuentra la casa donde fue detenido Ovidio Guzmán ubicada en Sinaloa.
El poblado de Jesús María, a unos 20 kilómetros al noroeste de Culiacán, capital del estado, aún sigue viviendo los estragos del operativo del pasado jueves, en el que agentes del Ejército y de la Guardia Nacional capturaron al capo mexicano.
El operativo, que dejó 29 muertos, una decena de ellos pertenecientes a las Fuerzas Armadas mexicanas y 19 a los grupos criminales que generaron los disturbios violentos, dejó también unos 30 vehículos rafagueados y quemados que quedaron sobre la carretera tras el enfrentamiento que duró cerca de 10 horas, los cuales hasta este día no se habían retirado.
El operativo que dejó 29 muertos, una decena de ellos pertenecientes a las Fuerzas Armadas mexicanas y 19 a los grupos criminales que generaron los disturbios violentos, dejó también unos 30 vehículos rafagueados y quemados que quedaron sobre la carretera tras el enfrentamiento que duró cerca de 10 horas, los cuales hasta este día no se habían retirado.
Mientras que en el interior de la finca, de aproximadamente 150 metros cuadrados, quedaron esparcidos decenas de casquillos y autos deportivos dañados, además de otros vehículos que tienen pegadas calcomanías de un ratón, alusivo al apodo con el que se conoce a Ovidio.