En el mes de septiembre, ‘Avatar’ volverá a los cines, después de trece años de estreno. A meses de la llegada de su secuela, se trata de un suceso mayor en la historia del cine. Considerada un clásico instantáneo del género de ciencia ficción, su argumento se enfrentará a una nueva audiencia. Algo de vital importancia para la continuidad de la franquicia en la pantalla grande.
El reestreno preparará el terreno para su esperada secuela «Avatar: El sentido del agua», considerándolo algo más que una estrategia publicitaria. Es un recuentro de la audiencia con una de las historias más populares de la ciencia ficción contemporánea.
En realidad, es muy complejo la mera experiencia en salas, o cómo reaccionará la audiencia con el regreso a la pantalla grande de una película que formó parte de la infancia de muchos. Avatar fue la responsable de un discurso más elaborado en la ciencia ficción, que sin llegar a lo autoral se cuestionó sobre tópicos relevantes. Su larga sombra, además, permitió al cine de género evolucionar de diversas maneras.
Además que el legado de Avatar es demostrar que el llamado cine espectáculo, también tiene una profundidad espiritual. Algo que puede convertir su reestreno en uno de los puntos más altos de la nueva experiencia que supondrá su secuela. Un legado a futuro para el resto de la franquicia y una celebración para los amantes de una épica de ciencia ficción especialmente querida.