Por Sinai Peña
En una reciente declaración, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó al Partido Acción Nacional (PAN) y al expresidente Carlos Salinas de Gortari de corromper el Poder Judicial desde la década de 1990. Según AMLO, esta alianza política condujo a la creación de una red de complicidades que ha perjudicado al país.
El mandatario mexicano vinculó esta supuesta corrupción con la privatización de empresas estatales, la desaparición del ejido, y otros cambios estructurales durante ese período. López Obrador afirmó que esta red permitió la entrada de recomendados del PAN al Poder Judicial, promoviendo el nepotismo y la compra de lealtades.
Destacó los altos salarios de los funcionarios judiciales como un indicador de la corrupción, llegando a mencionar que algunos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación perciben hasta 700 mil pesos mensuales. Además, citó ejemplos recientes de fallos judiciales controvertidos, como la decisión de descongelar las cuentas de la esposa del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
López Obrador instó a la aprobación de su iniciativa de reforma al Poder Judicial, que propone que los ministros, magistrados y jueces sean elegidos a través de elecciones populares, en lugar de designaciones mediante arreglos cupulares. Argumentó que esto permitiría una mayor transparencia y rendición de cuentas en el sistema judicial.
El presidente mexicano denunció la corrupción arraigada en el Poder Judicial y abogó por cambios estructurales para garantizar la imparcialidad y la justicia en el sistema judicial mexicano.