El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha anunciado la intensificación de su guerra contra las pandillas en el país con el traslado de 2000 nuevos presos a la supercárcel de máxima seguridad. Este anuncio ha generado una gran polémica en el país y ha sido objeto de críticas tanto nacionales como internacionales.
La supercárcel de máxima seguridad, también conocida como «La Granja», se encuentra en el departamento de Usulután y tiene capacidad para albergar a más de 3000 reclusos. El traslado de los nuevos presos se ha llevado a cabo como parte de la estrategia del gobierno de Bukele para combatir la delincuencia y las pandillas que operan en el país.
Sin embargo, este enfoque ha sido criticado por grupos de derechos humanos y por organizaciones internacionales, que han denunciado las condiciones inhumanas y las violaciones a los derechos humanos que se producen en la supercárcel de máxima seguridad. Según los informes, los reclusos en «La Granja» se enfrentan a una serie de abusos, incluyendo el hacinamiento, la falta de atención médica adecuada y la tortura.
A pesar de estas críticas, el gobierno de Bukele ha defendido su estrategia de mano dura contra las pandillas, argumentando que es necesaria para garantizar la seguridad de los ciudadanos. En un mensaje en su cuenta de Twitter, el presidente afirmó que «no hay tiempo que perder en la lucha contra las pandillas. Ellos están matando a nuestra gente y nosotros tenemos que actuar».
