A pesar de que ‘Pinocho’ ha tenido diferentes adaptaciones cinematográficas, Guillermo del Toro presentó una historia mucho más profunda y conmovedora en un asombroso formato stop-motion que supera abismalmente a otras producciones del género.
Tanto Guillermo del Toro como Tim Burton han estado en el centro de la conversación debido a sus más recientes producciones, Pinocho y Merlina respectivamente, las cuales han sido todo un éxito en Netflix. Si algo caracteriza a ambos cineastas es su gusto por lo extraño y lo siniestro, así como su inclinación por el horror. A lo largo de su extensa filmografía han presentado extrañas criaturas, que a pesar de lo terroríficas que puedan ser muestran un lado sentimental que logra conmover a la audiencia, y así lo vimos en La forma del agua del cineasta tapatío o en El joven manos de tijeras del director californiano.
A diferencia del realizador de Beetlejuice, quien tiene más experiencia dirigiendo películas en stop-motion, del Toro recién incursionó en el género, siendo Pinocho su primera obra animada. Aún así, el mexicano ya tenía cierta experiencia participando en la animación, ya que fue productor ejecutivo de Hellboy animated: Sword of storms, Trollhunters y El libro de la vida, por mencionar algunas, incluso de joven hizo un cortometraje un tanto rudimentario. Sin duda, este acercamiento le brindo más herramientas para poder dirigir su largometraje, pero lo que pocos esperaban era que lo hiciera de manera magistral, superando por mucho a Burton.
Pinocho de Guillermo del Toro es el nuevo rey del stop-motion en 2022 (Tim Burton pasó de moda)
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