De los cuadros que has pintado, ¿cuál es tu favorito?
Debo decir dos: The Outsiders, que son básicamente unos tipos que están pasando el rato, y Venucube, inspirado por Pokémon.
El que habla es Andrés Valencia, la última sensación del mundo del arte: un niño de 11 años.
Converso con BBC Mundo nada más salir de la escuela, acompañado de su madre, Elsa Valencia.
Trata de recuperar la normalidad en su San Diego natal tras haber sido durante el primer fin de semana de diciembre el centro de atención en Art Miami, una de las ferias de arte contemporáneo más importantes de Estados Unidos.
Allí, mientras la noche de la inauguración Andrés posaba para los medios y los curiosos y saludaba a coleccionistas y famosos, Chase Contemporary, la galería neoyorquina que lo representa, vendió casi toda su obra.
Sí, también la pintura de los tipos ociosos que beben y fuman y la versión cubista de Venusaur, su dinosaurio favorito del videojuego de Nintendo. Ambos, como muchos de sus otros coloridos lienzos, recuerdan inevitablemente al autor del Guernica.
Es por eso que se ganó el sobrenombre de «pequeño Picasso».
«El precio promedio de sus cuadros ronda los US$150.000», le dice a BBC Mundo Bernie Chase, el dueño de la galería, como invitando a hacer cálculos.
Pero tener que prácticamente colgar el cartel de sold out en Art Miami no fue, en realidad, ninguna sorpresa.
Ya lo había hecho en junio durante su primera exposición en solitario en la sede de la galería en SoHo. Quienes se llevaron a casa las 35 obras expuestas pagaron por ellas entre US$50.000 y US$125.000.
Andrés Valencia, el «pequeño Picasso» de 11 años que vende cuadros por miles de dólares
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