En Argentina, los tatuadores desde el lunes se dedican a una tarea sola en sus salones: grabar la imagen de Lionel Messi en la piel de hombres y mujeres que en los últimos días hicieron de Buenos Aires una inmensa fiesta callejera por la obtención de la Copa del Mundo.
Es sabido que en Argentina el fútbol es algo que casi se puede respirar. A tal punto que el martes millones de personas salieron a las calles para saludar al seleccionado de fútbol, que intentó recorrer la capital en autobús tras regresar de Qatar, aunque la celebración por el título quedó a medio camino por la masividad de la respuesta popular.
Pero así como una multitud colmó los espacios públicos porteños, los argentinos también se están abalanzando sobre los salones de tatuajes para llevar en su cuerpo la imagen de Messi, el astro que guió al combinado argentino a obtener su tercera Copa del Mundo.
«Sabía que muchas personas se iban a querer hacer tatuajes de Messi y la selección, porque antes de la final ya me habían reservado turnos. Nunca imaginé que iba a tener fila en el local al día siguiente esperando por su tatuaje», dijo el tatuador Sebastián Argüello Paz, que atiende usando el buzo de arquero del argentino Emiliano «Dibu» Martínez.
Según Paz un, desde el día después de que Argentina venció por penales a Francia en la final en Doha, el teléfono de su estudio ubicado en el barrio de Flores, en Buenos Aires, no ha parado de sonar con preguntas sobre tatuajes de Messi, la Copa del Mundo y banderas de Argentina.
«Todos se iban a hacer tatuaje de la cara de Messi. Yo quería rendirle homenaje y por eso busqué un diseño diferente, especial, como es él», dijo a Reuters Cristian Grillo, que en el estudio de Andrés de Winter se estampó en el abdomen la camiseta de Argentina con la ’10’ de Messi y la Copa del Mundo.
De Winter explicó que las consultas por tatuajes relacionados con el Mundial son constantes y que para el viernes tiene agendado un tatuaje grande de la ‘Scaloneta’, como se le dice en Argentina al equipo que dirige Lionel Scaloni, en el que aparecen todos los jugadores.
«Cuando Messi dijo esa frase, ‘¿qué mirás, bobo?’, no dudé en que si ganábamos (el Mundial) me hacía el tatuaje», dijo María Celia Compagno, de 68 años, que se tatuó en el antebrazo la recordada declaración de Messi contra un jugador de los Países Bajos, luego del disputado encuentro por los cuartos de final entre ambos países.
«Había decidido no hacerme más tatuajes, pero vi a Messi levantar la copa y estaba seguro que este tipo se merece un tatuaje», dijo Ramiro Solís, de 44 años, en referencia al ídolo que en Argentina pasó a ser equiparado con la otra estrella máxima de su fútbol, Diego Maradona.