Fantasmagóricas formaciones de hielo, con agujas de más de un metro de altura, cubren los árboles y el mirador de la cima del monte Javornik, en Eslovenia, a cuyos pies se encuentra la aldea de Crni Vrh.
Durante el invierno, la nieve y el viento convierten en ocasiones esta zona en una estampa invernal digna de plasmar en fotografías. Es lo que hizo el fotógrafo Marko Korošec, autor de esta instantánea, especializado en la captura de imágenes de toda clase de fenómenos meteorológicos extremos.
En esta ocasión este hielo, conocido como escarcha dura, se ha formado al congelarse la niebla tras una semana de nevadas y ventiscas. Para que se forme es necesario que las temperaturas se sitúen entre -2 ºC y -8 ºC y que exista viento. De hecho, debido a este viento se suelen formar banderas o peines de escarcha según la dirección en la que azote el aire.
«Me encanta tomar imágenes en las peores condiciones meteorológicas, pero mi experiencia en el monte Javornik sobrepasa los límites de lo imaginable», declara el fotógrafo. En algunos lugares la capa de nieve alcanzaba los 150 centímetros de profundidad, esculpiendo formaciones de hielo y nieve que me recordaban a las criaturas extraterrestres de las películas de ciencia ficción».