Cataluña es una de las regiones europeas más afectadas por este fenómeno por su gran tráfico marítimo.
La Generalitat de Cataluña detectó este pasado martes 13 de septiembre una nueva avispa invasora que se suma a las más de 1.600 especies exóticas presentes en la comunidad. El Puerto de Barcelona notificó a la Generalitat el día 8 la aparición de un avispero que resultó ser de la vespa orientalis. La base de datos de las especies exóticas del Gobierno catalán, Exocat, señala que casi el 12% de estas son invasoras: dañan el medio ambiente alternado la biodiversidad, la economía destruyendo cosechas o la salud pública provocando enfermedades.
Cataluña es una de las regiones de Europa más afectadas por este fenómeno, según el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), que coordina Exocat. Roser Rotchés, investigadora de CREAF, detalla que en el informe que verá la luz en pocas semanas han hallado 1.678 especies exóticas a lo largo de Cataluña, un 11,8% de las cuales con comportamiento invasivo.
La avispa detectada en la capital catalana procede de diversas regiones en torno a Oriente Medio y África nororiental y también ha sido hallada en otras zonas de España como Valencia, Cádiz o Madrid. Tiene un tamaño algo mayor que la más conocida como avispa asiática (Vespa velutina) y más pequeña que la autóctona (Vespa crabro). El mayor rasgo distintivo de este insecto es su color marrón rojizo, con manchas amarillas en la cabeza y dos franjas amarillas al final del abdomen. Los biólogos de la Red de Alerta de Especies Exóticas Invasoras alertan que este animal con picaduras dolorosas puede afectar gravemente a la biodiversidad y a actividades agrícolas como la apicultura y los frutales. Las especies invasoras generaron un gasto de casi cinco millones de euros en 2019 y 2020, según un informe del Govern, en actividades como el mantenimiento de brigadas de Agentes Rurales, el seguimiento de insectos o la retirada de nidos.
El puerto de Barcelona se ha convertido en uno de los principales puntos de entrada de estas avispas y otras especies exóticas porque el transporte de mercancías es uno de los factores principales detrás de la expansión de estos seres. Más de la mitad de las especies detectadas son plantas (67%), seguidas de invertebrados terrestres (11%), pájaros (11%), y el resto de grupos como algas o mamíferos (12%), según el próximo informe de Exocat. El cambio climático es otra de las causas principales detrás de esta tendencia de las últimas décadas: “La actividad humana genera espacios vacíos en los terrenos explotados para que las especies exóticas se establezcan, y el cambio climático selecciona las que vienen de climas más cálidos”, remarca Rotchés.
Acción Climática ha encargado los trabajos para detectar la posible presencia de más ejemplares en la zona portuaria de Barcelona. Una portavoz del CREAF sostiene que erradicar estas especies una vez se han expandido es una fantasía. “Si se ha instalado, difícilmente se podrá erradicar. Ni los millones de Bill Gates podrían hacer desaparecer la avispa asiática de la península ibérica”. Rotcher, su colega investigadora, defiende que hay que poner el foco en el sistema de alertas, que considera que en este caso ha sido exitoso por haber detectado muy rápido y solamente un nido de la avispa oriental. Señala que gracias a las nuevas tecnologías, por ejemplo, cualquier agricultor que vea un nido sospechoso puede enviar una foto desde su móvil y que este sea examinado rápidamente por agentes especializados.