Por José Corzo
El futuro económico de México está en debate mientras la candidata presidencial Claudia Sheinbaum presenta su plan, el cual apunta a un crecimiento sin una reforma fiscal progresiva y al rescate financiero de Pemex. En este artículo, examinaremos los detalles y las implicaciones de estas políticas en el desarrollo económico del país.
La estrategia económica de Claudia Sheinbaum se centra en lograr un crecimiento anual del 3%, pero sorprende por la ausencia de una reforma fiscal progresiva, una medida considerada crucial por muchos expertos para garantizar la equidad en el sistema tributario. En lugar de ello, Sheinbaum apuesta por el combate a la evasión fiscal, la reducción del gasto administrativo y la simplificación de trámites burocráticos como principales herramientas para aumentar los ingresos del gobierno.
Además, la candidata propone un fuerte respaldo financiero a Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa estatal de petróleo, a pesar de su situación de endeudamiento y pérdidas continuas. Esta política refleja la prioridad del gobierno en garantizar la soberanía energética, pero plantea interrogantes sobre la viabilidad financiera a largo plazo de Pemex y su impacto en la economía nacional.
Sin embargo, los expertos señalan que este enfoque podría poner a México en desventaja frente a otros países que han optado por reformas fiscales progresivas para combatir la desigualdad y fortalecer las finanzas públicas. La falta de una reforma tributaria integral podría limitar el margen de maniobra del gobierno para financiar programas sociales y proyectos de infraestructura vitales para el desarrollo del país.
A pesar de las crecientes necesidades de gasto público, Sheinbaum ha expresado su rechazo a la idea de una reforma fiscal progresiva. En cambio, apuesta por mantener el actual régimen fiscal y buscar ahorros a través de medidas de austeridad y eficiencia en la recaudación. Esta postura ha generado preocupación entre los expertos, quienes argumentan que una reforma tributaria es fundamental para garantizar una distribución equitativa de la carga impositiva y aumentar los ingresos del gobierno de manera sostenible.
La propuesta de Sheinbaum de fortalecer financiera y operativamente a Pemex ha generado debate debido a la situación financiera precaria de la empresa. Aunque el rescate de Pemex se presenta como una medida para garantizar la soberanía energética, los críticos advierten sobre los riesgos financieros y la necesidad de una gestión más eficiente de la empresa para evitar pérdidas continuas.
El proyecto económico de Sheinbaum plantea desafíos y controversias en cuanto a la viabilidad financiera y el enfoque en la equidad fiscal y el rescate de Pemex. La falta de una reforma tributaria progresiva y la dependencia del gobierno en el apoyo financiero a Pemex podrían obstaculizar el crecimiento económico y la reducción de la desigualdad en México. En un momento crucial para el futuro del país, es fundamental analizar detenidamente estas políticas y sus posibles implicaciones a largo plazo.
