Por Kari Nava
En medio de un contexto marcado por el incremento de la violencia y la inseguridad en Guerrero, comenzaron las campañas electorales de los candidatos a senadores, quienes se enfrentan a desafíos significativos en un estado históricamente afectado por la presencia del crimen organizado.
Los candidatos de diferentes coaliciones han dado inicio a sus actividades proselitistas, evidenciando posturas divergentes en cuanto a la solicitud de seguridad para llevar a cabo sus campañas. Mientras que algunos, como Félix Salgado Macedonio y Beatriz Mojica Morga de la coalición Morena-PT-PVEM, han afirmado que no solicitarán protección adicional, otros, como Manuel Añorve Baños del PRI-PRD-PAN y Mario Moreno Arcos de MC, muestran una mayor preocupación por la seguridad personal y evalúan la posibilidad de solicitar medidas cautelares.
La situación de inseguridad en Guerrero ha alcanzado niveles alarmantes, con un aumento en los homicidios dolosos y ataques dirigidos tanto a aspirantes políticos como a dirigentes municipales. Este clima de violencia ha generado temores entre los candidatos y la población en general, que se enfrenta a una realidad marcada por la falta de garantías de seguridad.
Es importante destacar el papel de la Iglesia Católica en la búsqueda de la pacificación en la región, así como la falta de respuesta por parte de las autoridades estatales ante las solicitudes de los partidos políticos para proporcionar un mapa de riesgos que les permita planificar sus actividades de campaña de manera segura.
Los candidatos coinciden en la necesidad de abordar de manera prioritaria el problema de la seguridad en Guerrero, tanto a nivel local como nacional. Se comprometen a trabajar en el Senado para impulsar medidas que contribuyan a la recuperación de la paz y la estabilidad en la entidad, así como a revisar y fortalecer las estrategias de seguridad implementadas hasta el momento.
El desarrollo de las elecciones en Guerrero representa un desafío tanto para los candidatos como para las instituciones encargadas de garantizar un proceso electoral transparente y seguro. Ante la complejidad del panorama político y social en el estado, es fundamental que se establezcan mecanismos efectivos de coordinación entre los diferentes actores involucrados para garantizar la integridad y la participación democrática de la ciudadanía.