Por Sinai Peña
Los sucesos violentos que ocurrieron en Tabasco durante diciembre pasado, incluyendo una balacera en una zona residencial seguida de bloqueos, incendios de vehículos y motines en tres prisiones, fueron considerados muy inusuales por los habitantes del estado. Estos eventos, que no eran comunes en la región, dieron lugar a la revelación de la presencia de una presunta célula criminal llamada La Barredora, la cual hasta entonces era considerada por algunos como un mito, incluso dentro de los círculos gubernamentales.
Se atribuye a esta banda, que se dedica, entre otras cosas, a la extorsión de cañeros en La Chontalpa, la serie de incidentes violentos del 22 de diciembre. Además, se especula que esa noche podría haber ocurrido un enfrentamiento a balazos entre el depuesto jefe de la policía y un presunto líder de La Barredora.
La respuesta del gobierno incluyó la destitución del mencionado jefe de policía y el envío de refuerzos militares y de la Guardia Nacional al estado. Como resultado de los operativos, se realizaron decomisos de armas, vehículos y propiedades vinculadas a La Barredora, así como el rescate de una persona secuestrada.
A pesar de estos eventos, los datos indican que, en general, los índices de criminalidad en Tabasco han disminuido en comparación con administraciones anteriores. Sin embargo, persisten problemas como el abigeato y el contrabando de carne, así como un aumento en los casos de violencia familiar.
En cuanto a la situación económica y social del estado, se destaca su dependencia de las transferencias federales y la necesidad de inversiones en infraestructura y programas sociales para abordar las necesidades de la población.
El rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco considera estos eventos como algo muy inusual y espera que se resuelvan pronto para garantizar elecciones tranquilas y evitar una mayor descomposición del estado. Además, hace un llamado a evitar la propagación de noticias falsas que podrían afectar la participación en las elecciones de junio.
