Por Dayana Mendizabal
Comala, reconocido como el «Pueblo Blanco de América», es una joya mexicana que se ha ganado su apodo gracias a sus encantadoras casas con techos de teja colorada y fachadas resplandecientes de blanco. Este idílico lugar no solo es una joya arquitectónica, sino que también alberga una mística especial al ser el escenario elegido por el renombrado escritor Juan Rulfo para su influyente novela «Pedro Páramo».
Incorporado al programa de Pueblos Mágicos en 2002, Comala se destaca por sus plazas, jardines y calles pintorescas, creando el entorno perfecto para pasear y disfrutar de la auténtica comida regional en sus restaurantes botaneros.
Entre sus atractivos, la plaza principal y la iglesia de San Miguel Arcángel se erigen como lugares emblemáticos. Además, una escultura del novelista Juan Rulfo, sentado en una de las bancas, rinde homenaje al autor que inmortalizó a Comala en sus páginas.
El Museo Universitario Alejandro Rangel Hidalgo enriquece la experiencia cultural del visitante, ofreciendo un vistazo a la rica historia y tradiciones de la región.
Las festividades en Comala, especialmente la Fiesta Guadalupana cada 12 de diciembre, son vibrantes y llenas de folclore, con bailes, peleas de gallos, corridas de toros y carros alegóricos, culminando con impresionantes fuegos artificiales nocturnos.
Ubicado a solo 8 km de la ciudad de Colima, la capital del estado, Comala se presenta como un destino imperdible, donde la historia literaria se entrelaza con la belleza arquitectónica y la calidez de su gente.