Por: Escobar Alejandro
La demanda legal contra la banda Nirvana ha tomado un nuevo rumbo luego de que un tribunal de apelaciones reviviera el caso. Spencer Elden, quien como bebé fue retratado en la icónica portada del álbum «Nevermind» de 1991, presentó inicialmente la demanda en agosto de 2021, alegando que la banda se benefició de imágenes de abuso sexual infantil al utilizar su foto desnudo en una piscina.
Elden argumenta haber sufrido daño emocional permanente debido al uso de su imagen en la portada, alegando angustia emocional. A pesar de que el caso fue desestimado previamente por un juzgado menor en base al plazo de prescripción de diez años, el noveno Tribunal de Apelaciones de California ha decidido permitir que el proceso continúe. La corte consideró que cada reproducción de la imagen podría constituir una nueva lesión personal, lo que habilitó la continuación del caso.
La portada del álbum, que muestra a Elden nadando desnudo hacia un billete de dólar, ha sido objeto de controversia desde su lanzamiento. A pesar de que Elden recreó la imagen en el pasado y llegó a sentirse orgulloso de su asociación con el álbum, su perspectiva cambió y decidió emprender acciones legales, argumentando que no se le consultó ni se obtuvo su consentimiento.
El origen de la portada se remonta a la idea de Kurt Cobain sobre partos bajo el agua, aunque la imagen final resultó de un plan alternativo cuando no pudieron obtener la fotografía deseada. A pesar de preocupaciones iniciales sobre la desnudez visible en la foto original, la banda decidió mantener la imagen sin censura, incluso sugiriendo una advertencia para quienes pudieran sentirse ofendidos.
Esta demanda ha reavivado el debate sobre el consentimiento, el uso de imágenes y la interpretación de la ley en casos de esta naturaleza en la industria musical. La icónica portada de «Nevermind» sigue siendo un punto de discusión tanto por su impacto cultural como por las complejidades legales que plantea.